Placer y Dolor

En una ocasión fui a un cumpleaños con unas amigas de la universidad, en la fiesta había muchos chicos y chicas de la escuela, ahí bailamos y tomamos toda la noche... Baile con cuantos chicos se me cruzaron hasta que baile con uno de mis amigos él es muy guapo y tiene una boca riquísima y sensual que me vuelve loca, él y yo estábamos ya algo tomados y pusieron música caliente y empezaron los perreos, entonces me prendí bastante y le quise dar un beso y él me dijo, - no aquí no porque tengo novia y no quiero problemas aunque ella no vino a la fiesta se puede enterar - yo le dije bueno está bien no te preocupes... Seguimos bailando y me puse muy caliente y le bailaba de lo más sensual y cachondo posible le repegaba mi cuerpo y mi trasero hasta que no aguanto más y me dijo esperarme afuera en 10 minutos me metí en el baño a mirarme al espejo y a arreglarme un poco, luego salí disimuladamente a esperarlo y él ya estaba esperándome en el patio trasero de la casa, no había nadie y me llevó a un pasillo algo oscuro a un lado de la casa y me metió ahí, me empezó a besar de una manera tan rica que me moje al instante, luego empezó a tocarme por todos lados y a besarme el cuello.. me puse más caliente de lo que ya estaba y empecé a tocarle el pene, estaba tan duro y se me antojo tanto que desabroche su pantalón y se lo saque, lo empecé a masturbar y el gemía de placer cerquita de mi oído, metió su mano por debajo de mi vestido, acaricio mi clítoris, lo tenía ya muy duro y mojadisimo. Pasamos bastante rato acariciándonos así, ya no pude aguantar más las ganas y le dije al oído con voz entrecortada que por favor me hiciera el amor ahí mismo sin importar donde estábamos, al instante me bajo la tanguita roja que traía, ya estaba empapada de mis jugos, le pregunte si traía condón, dijo que no. Estaba tan caliente pero no quería arriesgarme y le dije que mejor solo siguiéramos tocándonos y masturbándonos... me dijo que no se iba a quedar con las ganas de hacérmelo así que me dio la vuelta me dijo abre las piernas y dóblate hacia adelante, mojo sus dedos con saliva y después froto mi ano con ellos, en ese momento sentí algo de miedo porque imagine lo que intentaría hacer y nunca me lo habían hecho por detrás, así que la situación me ponía muy nerviosa, pero ya estaba tan caliente y deseosa de sentir su pene que no me opuse, me pidió que no fuera a gritar si me dolía y entonces empezó lentamente a empujar su rico y duro pene en mi ano, era la primera vez que intentaba eso y debo decir a pesar de que casi me hace gritar la sensación me encanto, me preguntó si él era el primero que me había dado sexo anal, avergonzada y sonrojada le dije – ¿porque me preguntas eso? dijo -es que lo tienes muy apretadito-, le conteste apenada - no como crees ya lo había hecho antes, claro que no era cierto -bueno entonces no te importa si lo hago fuerte- y le dije que no, pero me preocupaba que fuera a lastimarme, empezó a embestirme de manera rápida y fuerte que a pesar de que sentía algo de dolor, también me hacía sentir muy rico esa combinación de placer y dolor fue algo alucinante que me hizo tener varios orgasmos a la vez, podía sentir como sus hinchadas bolas chocaban contra mis nalgas, mis piernas me escurrían bastante con los jugos de mis orgasmos, siguió dándome por detrás sin parar y a la vez me acariciaba mis tetas y luego sentí como mi colita se llenaba con el gran chorro de leche caliente que salió de su miembro y sentí su agitada respiración en mi espalda fue algo tan rico, las piernas me temblaban y mi cuerpo hervía de placer, dejo su pene dentro de mí un rato y cuando lo sacó me di la vuelta y se lo chupe hasta dejarlo limpio, dijo que le había encantado hacérmelo por detrás pero que no le contará a nadie porque no quería tener problemas con su novia, le dije que sería un secreto solo de los dos que yo no iba a comentar con nadie lo que habíamos hecho, entramos otra vez a la fiesta pero él fue primero y después entre yo por la puerta de adelante para que nadie sospechara nada. De Regreso en la fiesta seguimos bailando pero ahora cada quien con diferentes parejas y de repente nos mirábamos y nos reíamos de lo sucedido.