Boquita Pecadora
- Ana
- 19 abr 2016
- 3 Min. de lectura
Me llamo Ana tengo 29años y soy casada quiero confesar algo que vivo día a día desde hace ya 5 meses, como les dije ya, soy casa con un hombre que me ama y yo a él, pero hace unos meses entendí que el amar no es todo y que la pasión o mejor dicho la calentura es más fuerte que el amor hace tiempo comencé a trabajar en una tienda de esas que tanto abundan. En mi trabajo está un matrimonio, ellos son los encargados de la tienda la esposa es una tipa antipática pero el marido es un mujeriego morboso desde el primer día Ismael el encargado me comenzó a hablar muy bien pero muy coqueto, no paso mucho tiempo para que el comenzara con las clásicas quejas de su esposa, que ya no la quería y que ya se iba a separar porque ella nunca quería tener sexo con el clásico cuento de todo hombre que pretende con una mujer que sabe que es casado.
Él fue tomando confianzas y llevarse más conmigo con insinuaciones como: que rica caderas , que rica cola de cabello o con esa boquita has de hacer milagros y cosas así, a veces lo volteaba a ver y lo veía viéndome y sobándose su verga yo solo le respondía con una sonrisa cuando atendía la caja el espacio era muy reducido y el aprovechaba para darme unos ricos arrimones yo me dejaba porque me hacía sentir rico un día mi esposo y yo tuvimos una ligera discusión y al llegar a la tienda vi que el también discutía con ella cuando ella se salió de la tienda él me dijo que estaba harto yo lo abrase y unos instantes nos quedamos así pero sentí de repente su mano como baja lentamente a mis nalgas me quise separar pero él me apretó fuerte y me dio un beso no pude resistir más y le respondí el beso mientras el sobaba mis nalgas y mis pechos sentía como su verga estaba bien parada encerrada en su pantalón el me tomo mi mano y me puso a sobar ese delicioso trozo de carne mientras yo no paraba de besarlo así estuvimos un buen rato hasta que el me llevo a la bodega y en la puerta se sacó su hermosa verga y me dijo anda puta chúpamela, mmmm es como si con esas palabras algo me obligara a obedecer fielmente me hinque y se la chupe como jamás antes lo había hecho a nadie le pasaba mi lengua por toda su verga hasta que se vino en mi boquita y me trague todo, el me miro hincada ante él y digo que rica chupada se lo guardo y me dejo así, me lave la boca y salí como si nada, durante todo el día era como si no hubiera pasado nada hasta que era casi hora de que mi esposo fuera por mí, entonces me llamo y dijo ven a la bodega y yo fui, él me dijo quiero que me la chupes antes de que llegue tu marido para que cuando el llegue le des un beso con sabor de tu amo perra, me excito tanto su vocabulario que lo hice sin dudarlo, otra vez me puse de rodillas a chuparle la verga lo hacía como si aquel trozo de carne fuera un dulce delicioso mientras él me sobaba los pechos y me decía que era su puta y perra hasta que se vino otra vez en mi boca y me trague otra vez todo, él me dijo quiero que me la limpies bien con tu lengua puta y no te laves los dientes ni te enjuagues la boca quiero ver la cara de tu marido yo obedecí lambiendo su verga deliciosa pero antes de terminar oí que llego mi esposo, Ismael grito Ana ya llegó tu marido aunque yo estuviera hincada aun chupándole la verga me levante inmediatamente me arregle la ropa y salí y le dije a mi marido que me esperara unos segundos que ya iba que solo pasaba por mis cosas Ismael solo me miro y dijo descansa Ana con una mirada que me hizo recordar lo que Ismael quería yo fui directo a mi esposo y le di un beso apasionado y le dije que ya estaba lista, mi marido puso cara de sorpresa y nos fuimos mientras Ismael ponía su cara de burla.
Comments